lunes, 30 de septiembre de 2013
Liebster award al cuadrado
sábado, 28 de septiembre de 2013
Yo sueño ¿y tu?
Un anhelo. Un tierno deseo, una valiente ilusión. ¿Que ocurriría? ¿Que pasaría, si ya no pudiese soñar? Mi vida no tendría sentido sentido. Puede, que la tuya tampoco. Sin metas que cumplir...¿Para qué? ¿Para qué existir? Mi meta es que algún día, uno de estos, se cumpla uno, alguno de mos deseos. Así podría sonreír. Tanto luchar, tanto intentar... Para algo serviría. Así que, tal vez parezca un tanto repetitiva. Nunca, nunca jamás. Jamás dejes de soñar y reconoce como yo he hecho, levanta la cabeza y al fin di henchido de orgullo: Soy un soñador.
jueves, 26 de septiembre de 2013
Let her go
- No.
- ¿Acaso alguna vez pensaste que tu corazón se ha vuelto oscuro?
-Jamás.
- ¿Cuántas veces enterraste tu rostro en tus huesudas rodillas intentando vencer a la tristeza?
- Ninguna.
- ¿Sentiste que te consumías? ¿Que te derrumbabas? ¿Que no podías seguir más?
- No, no. ¡Por el amor de Dios! No.
- Entonces...entonces. ¿Por qué me dijiste que cesase de llorar?
- Porque me importas. Tu me importas. Me desola pensar que tu dulce rostro tiene gusto salado porque lágrimas los han surcado. Porque te quiero y me hace falta. Porque aún eres joven...
- Joven - susurra la muchacha desdichada -. La juventud ya ha quedado muy lejos para mí. Se me ha escurrido entre los dedos. Me observa burlona porque la dejé a un lado. La menosprecié. Ahora la echo en falta...
- Solo necesitas la luz cuando se está consumiendo, solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar, solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar. Solo sabes que has estado bien, cuando te sientes de bajón. Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa, solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar, y la dejas marchar. Pero tu no la has dejado ir, ella aún vela por ti. La juventud aún vive dentro de ti. Sé joven a mi lado. Vive locamente, sonríe como nunca lo hiciste...
- ¿No lo entiendes? Yo ya no quiero eso. Solo quiero que mi llanto no sea silenciado, que pueda llorar sin ser interrumpida. Porque de algún modo soy feliz así.
jueves, 19 de septiembre de 2013
Respira y olvida
Concéntrate solo en lo que lees, en nada más. Deja atrás a tus problemas. Coje aire, hondo, muy hondo y después expulsalo junto a tus preocupaciones. No es tan difícil ¿Eh? Nada complicado, más bien sencillo.
Absorbete en la lectura, mecete junto a las letras y se tu. Imagina que estás en una isla, pequeña, nimia; donde solo tu te encuentras; insignificante para los demás. La arena roza tus dedos desnudos provocando un gran bienestar. Solo logras escuchar el sonido del mar meciendose al continúo compás del calido viento. El aire acaricia perezoso las ojas de las altas palmeras dejando tras de si un agradable silbido que te hipnotiza. Miles de olores se adentean en sus fosas nasales. Flores silvestres logras distinguir entre ellos, su olor es dulzón, pero no empalagoso; algo ácido, pero no lo suficiente para tener que arrugar la nariz. Todo en un perfecto equilibrio que transmite paz y tranquilidad. Tu mente se vacía y da paso a pensamoentos acogedores y agradables respiras hondo, muy hondo otra vez y al expulsar el aire la pequeña isla paradisiaca desaparece.
Ahora tus pies tocan algo mullido y húmedo. Musgo. Te encuentras en un bosque, ya no hay tanta tranquilidad, pero aún se respira paz. Los arboles, kilométricos para ti crean una verde cortinilla llena de vida que te impide ver el cielo con claridad. Pero pequeños rayos de sol se cuelan victoriosos entre el frondoso follage. El rocío cae de las hojas debido a una asustada ardilla que corretea en las ramas. La simultánea llovizna desciende por tu rostro refrescado así tu piel. Relájate, no te preocupes. Vuelve a respirar profundamente y sonriele a la rectangular y brillante pantalla con la que me lees y sonríe. Porque por al menos dos minutos te has olvidado de al menos alguno de tus problemas.
Un segundo.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Dame un segundo.
Dame un segundo para respirar, para vivir y sentir. Para ser yo. Yo misma, no alguien que se esconde tras una mascara. Quiero llorar sin ser juzgada, reis porque quiero y cuando quiero; no porque lo necesito. Quiero un segundo para poder ser libre, un segundo en el que nadie me juzgue. Solo pido eso, un segundo en el que no esté presionada. Un segundo para soñar, uno para imaginar que nada me puede parar. Uno en el que no rompan mis sueños. En el que tenga algo que cumplir, una razón para vivir. Un segundo, solo eso. Un segundo, no dos. Joder. Solo eso. Un segundo en el que para mí sea posible volar. Nadar entre letras, surfear entre párrafos. Medida por el viento poblado de sueños.
Un segundo.